La corbata

Considerada a menudo como un instrumento de tortura por los no iniciados, la corbata al contrario es un instrumento de placer.

Es verdad que resulta un poco difícil hacer el nudo de corbata. A veces un poco atravesada, demasiada larga o demasiada corta la corbata no soporta ninguna geométrica.

Es cierto que torce el cuello sin vergüenza a los que viven rienda suelta. Y como posee ese poder de atracción de la salsa de tomates o de borgoñón, muchos hombres modernos sin mucho tiempo la dejan en el armario por más comodidad.

Nos podemos preguntar, ¿ Cómo sería un esposo sin corbata ? ¿ Cómo sería un hombre de negocios sin aquella graciosa y grácil banda alrededor del cuello ?

La corbata seña de elegancia de una solapa de seda.

La corbata representa ese pequeño detalle que marcará la diferencia entre un hombre banal y un hombre fatal.
Accesorio de moda indispensable para algunos, se diversifica en múltiples motivos y colores. Lo esencial de la elegancia para otros, la corbata se armoniza perfectamente con la camisa, el traje, las colleras y el bolsillo de la camisa.

Discreta y fina, sobria y elegante, flashy y abigarrada, cada hombre muestra en su cuello su concepción personal de lo que quiere que se piense de él. Verdadero espejo de su humor, la corbata es como un barómetro. Un signo distintivo que se nota, una atención seductora, pero también y sobretodo un respeto de sí mismo.